El dolor es una reacción ante la pérdida, pero también es parte del duelo, que es el proceso de superar la pérdida de la persona que falleció. Así mismo, el duelo es un proceso sano que busca reconfortarnos, hacer que aceptemos la pérdida y encontremos formas de adaptarnos.
La muerte de un familiar o de un ser querido es una situación difícil de afrontar, más aún si sucede de manera repentina y en un escenario que no hemos vivido nunca como la pandemia del coronavirus.
La pérdida de un ser querido podría provocar manifestaciones físicas, como alteraciones en el sueño y la alimentación, dolor de cabeza, falta de aire, palpitaciones, entre otras; pero también psicológicas, como sentimientos de impotencia, frustración, tristeza, apatía, angustia, enojo e incluso aislamiento social.
La primera etapa del proceso de duelo es la negación de lo que sucedió; después llegan el enojo, la ira y la culpa, y buscamos un responsable para descargar el dolor y sufrimiento. Posteriormente está la negociación, periodo en el que realizamos promesas de aspecto religioso; y finalmente vienen la depresión y la aceptación de la muerte.
Como método de hacer más llevadero el proceso de duelo cada miembro de la familia debe poner en práctica 4 puntos esenciales: honrar al familiar, agradecer por los momentos compartidos, perdonar o pedir perdón y dejar ir.
Fuentes:
- https://www.munlima.gob.pe/
- https://kidshealth.org/