La ludopatía, es una enfermedad que en la actualidad vienen enfrentando muchas familias en nuestro medio, al ver que algunos de sus miembros se encuentran enviciados y atrapados en la adicción al juego, en especial cuando se trata de niños y adolescentes que hacen uso descontrolado del Internet u otras formas de juegos computarizados.
En el caso de los niños, la ludopatía se asocia al déficit atencional no tratado. “Son menores que se aburren fácilmente y pertenecen a una familia que presenta una dinámica disfuncional no tratada. En estos niños, se suele encontrar falta de habilidades sociales y de asertividad, impulsividad y mal rendimiento”, explica el profesional.
Un niño que pasa una, tres, cinco o más horas frente a la consola, sin poder dejar de jugar, aunque se lo proponga, es un ejemplo de ludopatía. En estos casos el niño destina más tiempo del adecuado a un juego, transgrede los límites que le ponen los padres, lo usa más tiempo de lo que él mismo se propone inicialmente, deja de hacer otras actividades útiles y placenteras, por estar involucrado en el juego.
Para prevenir esta conducta se recomienda fortalecer otras actividades en las que los niños sientan retribución emocional y afectiva, evitar la carencia en habilidades sociales que favorezcan que los niños se encierren en este tipo de juegos, entregarles herramientas para el desarrollo de la personalidad y control de la predisposición hereditaria a la adicción.
Para poder tratar esa enfermedad hay que entenderla como base como de posibles trastornos depresivos y alteraciones en el desarrollo de la personalidad del menor. Es por eso que se debe trabajar en aumentar habilidades sociales, mejorar el control sobre el uso y reforzar la confianza en los niños para que puedan realizarlas sin ningún inconveniente.
Fuente:
https://www.pedagogia.edu.ec/public/docs/discos/837ba8945f50a9b832ffd8c192e279e4.pdf